jueves, 15 de mayo de 2008

ESTIRANDO LA MANO ÁVIDAMENTE





pobremente, en mis carnes, tal cual soy,
aquí me tienes, padre: puro polvo
de los muchos caminos que se cruzan
bajo el viento rasante del perdón

(aunque, si antaño aún yo no sabía
curtir la tosquedad de mi voz ronca,
hoy estiro hacia ti mi ávida mano:
dame dolor, mi pan de cada día)



NOTA MALE:se trata de una per-versión de un poemita de SALVATORE QUASIMODO que transcribo a continuación



AVIDAMENTE ALLARGO LA MIA MANO

In povertà di carne, come sono
eccomi, Padre; polvere di strada
che il vento leva appena in suo perdono.

Ma se scarnire non sapevo un tempo
la voce primitiva ancora rozza,
avidamente allargo la mia mano:
dammi dolore, cibo quotidiano.



No hay comentarios: