quisimos sucumbir
a las presiones de la geometría
pagar por el pecado de la carne
para ascender al cielo de la publicidad
sajamos y drenamos nos dijimos
como un ávido mantra yo lo valgo
trazamos nuevas curvas en los ángulos
y rectas donde antes
no había más que irregularidad
yacimos entre plumas
de ángeles asépticos
y al quitar los andamios descubrimos
que la belleza estática
de nuestra arquitectura había ocultado
con toda perfección
nuestros puntos más débiles y humanos
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