viernes, 19 de agosto de 2011

isla (o piedra en el mar)




Las vetas diagonales de la roca,
su forma vagamente triangular
cuentan de su hundimiento,
que está llevando siglos.
Algunas cosas crecen todavía
al amparo de grietas, recodos, recovecos
sin esperanza alguna de llegar a ser árbol.
No hay ninguna columna, ningún friso
que recuerde que aquí
se adoraba a algún dios,
y en la mole no hay rastro
de heroísmo ni de resignación
que merezcan la pena ser contados
antes de que se ahogue en el olvido.



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